Según el método de María Montessori, las camas al igual que los dormitorios de los nenes, deberán tener fácil acceso para subir o bajar de ellas desde que son lo suficientemente mayorcitos como para hacerlo… Hay quién las utiliza desde casi el momento en el que nacen pero esto, queridas mamás y queridos papás, es un verdadero suplicio para vosotros porque no es igual acceder al bebé desde una altura más prudente en su cunita, que tener que estar desriñonándonos para poder cogerlo y atenderlo, sobre todo durante las noches que vamos todos muy, pero que muy zombies.

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Una vez que los pequeños ya pueden movilizarse lo suficiente como para bajarse ellos solitos de las camas, es cuando deberíamos hacer el cambio, antes es poco práctico. Es mi opinión de mamá, claro que yo soy de las que no tienen ganas de arrodillarse cada dos por tres y menos para hacer la cama. Pero, como para todo hay gustos, os dejamos unas cuantas camas al ras de suelo para que las conozcáis y si os apetece, poder optar a comprar una de ellas. En caso de que os decidáis por este tipo de cama, tened en cuenta que si suben o bajan deberán tener una buena alfombra, si no tenéis moqueta en el dormitorio… ¡no vaya a ser que por ir de modernos, se nos pongan malitos!

Por cierto, si os gustan las hemos visto en muchas tiendas de muebles online, pero en Ikea también las podéis conseguir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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